Los señores de la guerra ya comenzaban moverse hacia el bastión de la conflagración.
Plantea G, estaba colapsando en varios pontos de su superficie y dejaba ver los sendos cráteres que daban a entender el deterioro, sistemático, de la primera capa de la corteza planetaria.
Sion daba sus pasos para presionar los eventos y que estos se ajustarán a la nomenclatura que se quería asentar en la población planetaria, luego de sucedido el alineamiento de la galaxia. Ya se avisaba el movimiento de embarcaciones bélicas, de gran calado, por los mares próximos a la tierra de UR.
En el continente del pequeño pueblo, el escenario no dejaba de asombrar. El gigante verde estaba en el apogeo de su industrialización y sus manufacturas ya contaban con una alta taza de trepanación digital en sus BB.DD. Los rebeldes del caribe mantenían su firme determinación de blindarse al máximo, para no quedar a merced del Imperio y los del corazón de la región, estaban por sanear por completo a su patria del voraz apetito de los privados.
Mientras, en el lado oriental de Plantea G, las cosas estaban en el cenit del juego de las guerras. Los gemelos nortinos menores del oriente de Plantea, ya declaraban su franca posición contraria a la hegemonía del Imperio y movilizaban todas sus fuerzas bélicas para que tomaran las posiciones de defensa y ataque.
Plantea G, estaba colapsando en varios pontos de su superficie y dejaba ver los sendos cráteres que daban a entender el deterioro, sistemático, de la primera capa de la corteza planetaria.
Sion daba sus pasos para presionar los eventos y que estos se ajustarán a la nomenclatura que se quería asentar en la población planetaria, luego de sucedido el alineamiento de la galaxia. Ya se avisaba el movimiento de embarcaciones bélicas, de gran calado, por los mares próximos a la tierra de UR.
En el continente del pequeño pueblo, el escenario no dejaba de asombrar. El gigante verde estaba en el apogeo de su industrialización y sus manufacturas ya contaban con una alta taza de trepanación digital en sus BB.DD. Los rebeldes del caribe mantenían su firme determinación de blindarse al máximo, para no quedar a merced del Imperio y los del corazón de la región, estaban por sanear por completo a su patria del voraz apetito de los privados.
Mientras, en el lado oriental de Plantea G, las cosas estaban en el cenit del juego de las guerras. Los gemelos nortinos menores del oriente de Plantea, ya declaraban su franca posición contraria a la hegemonía del Imperio y movilizaban todas sus fuerzas bélicas para que tomaran las posiciones de defensa y ataque.
Todo esto ocurría mientra a la mayoría de la población la mantenían fija en el evento de reunión del esférico y su manipulación. Era el Neocoliseo, el cual se “planetizaba” cada 28 años digitales y todas las pantallas, en él, mantenían la transmisión.
Fijate.cl
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